EL TIEMPO EN PEÑARROYA-PUEBLONUEVO

viernes, 11 de febrero de 2011

CAPÍTULO XII


El planeta siguiente estaba habitado por un bebedor. Esta visita fue muy breve, pero sumió al principito en una gran melancolía.
–¿Qué haces allí? –preguntó al bebedor, a quien encontró instalado en silencio, ante una colección de botellas vacías y una colección de botellas llenas.
–Bebo respondió el bebedor, con aire lúgubre.
–¿Por qué bebes? –le preguntó el principito.
–Para olvidar –respondió el bebedor.
–¿Para olvidar qué? –inquirió el principito, que ya le compadecía.
–Para olvidar que tengo vergüenza –confesó el bebedor bajando la cabeza.
–¿Vergüenza de qué? –indagó el principito, que deseaba socorrerle.
–¡Vergüenza de beber! –terminó el bebedor, que se encerró definitivamente en el silencio.
Y el principito se alejó, perplejo.
Las personas mayores son decididamente muy pero muy extrañas, se decía a sí mismo durante el viaje.

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